Son hechos por Artesanías Rosita, una empresa familiar constituida por 6 mujeres que iniciaron tejiendo sombreros de Iraca en las ruinas de la casa de una de las asociadas destruida por la avalancha en el barrio San Miguel. Poco a poco, gracias a su dedicación y perseverancia, avanzaron con otros productos y hoy se destacan por su calidad e innovación. Buscan recuperar, conservar y transmitir las tradiciones campesinas en especial los tejidos de Iraca.
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